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Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

martes, 28 de julio de 2009

Poemas del agua

I
En el azul vibrante del agua
descubrí los ojos del día.
Y en el verdor de la hierba,
el remanso feliz de todos los riachuelos,
la ausencia de clepsidras en los vergeles.

El tiempo se hace canción
en el susurro latente del agua,
luz y poema en el pálpito de los estanques.

II
Asómate al balcón del agua,
en sus dolientes paisajes de caracola,
la gota oscura del silencio
reverdece como alondra matutina
que nunca detiene el vuelo.

Su esplendor de nardos florecidos
es aprendizaje y designio ciego,
sosiego de verso y copla,
tierna melodía que el viento mece.

III
Encontrar una senda escarlata
en el agua que corre por tus venas
y en la savia dorada, la brecha
que emerge del interior de la tierra
y recorre las verdinegras veredas
del corazón anhelante.

En las transparentes lágrimas
que brotan de tus ojos, hallar el agua.
Agua, sólo agua nítida
para lavar las heridas del mundo,
para borrar todos los agravios
que flotan en el azul de los mares.

IV
De la inusitada melodía del viento,
acariciando las nubes,
brotó el susurro del agua,
la plácida y sutil llovizna,
cristales fosforescentes
suspendidos en el aire,
esquirlas de sol y luna.

Leve su caricia en la orilla de los besos,
los labios se hacen herida
y tiemblan como luceros sorprendidos.
Estupor en los violines del cielo,
demencial música de cítaras.
Es el agua que derrama
su manto de placidez
más allá de su brillo diamantino.
En su risa, los espejos nacarados
reflejan el estupor de los campos.
En el olivo, la gotas fructífera,
primicia de la incipiente aceituna.
La paloma mensajera de esperanza.
Óleo febril de todos los aguaceros
que fecundan el corazón de la tierra.

V
En las fugaces entrañas del agua,
el tibio deseo de germinar
y en el valle humedecido de su vientre,
la frescura versátil de la hierba
verdeando en su interior.
Las orquídeas del deseo se derraman
en sus manos encendidas de pasiones.

Y en la lejanía del piélago,
el más límpido cristal del agua,
el suspiro de la brisa de los mares,
la tormenta purpúrea del ocaso
caldeando la canción de las sirenas
para enamorar a Ulises.

Su magia es ternura y flor,
deleite su melodía,
su llanto, fértil llovizna
del impoluto resplandor del alba.

EL INTERIOR DEL AGUA

En el interior añil del agua,
el hallazgo de sus perlas,
la dulzura de sus jardines,
la placidez de sus amaneceres,
la tibia calidez de sus crepúsculos.

Y en su diáfana esencia,
la ternura del abrazo cristalino
entre sus hilos de plata.

Ineludible aureola blanca
cuando se mira la luna
en el tranquilo sosiego del agua
y en su espejo, la inesperada frescura,
la joya de su esplendidez.

LA CANCIÓN DEL AGUA

Ya escucho la canción del agua
en el lago azulado de los sueños,
la gota fugaz que borda
nardos en un mar de olas,
la espuma blanca que vibra
en recónditas e ignotas playa.

Haces de luz en la niebla.
Los brillantes de la lluvia
se deshacen en el aire.
Agua, siempre agua
para saciar los corazones sedientos,
y sus gotas se deslizan silenciosas
como rosas de pasión
en el satén de sus pétalos.

MENCIÓN ESPECIAL EN EL CONCURSO DE POESÍA DE LA UNIVERSIDAD DE JAÉN. ABRIL 2008

AUTORA: ENCARNACIÓN GOMEZ VALENZUELA

4 comentarios:

  1. Sigo leyendo tu poesía...Una más bella que otra. Tienes unas pluma ágil, dúctil y romántica...me encanta...besos...Any

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  2. Me ha gustado encontrarte y gozar de tu Verso.
    Un cordial abrazo.

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    Respuestas
    1. Gracias Daniel. La poesía es la proyección del poeta sobre las cosas materiales o espirituales de su entorno. En ese poema me volqué de lleno. Entra en mi blog cuando quieras. He visto que te has hecho seguidor, gracias. Yo también me he estrenado como seguidora del tuyo. Hasta siempre.

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  3. Gracias Ana. Perdona que no te respondiera en su día. Debió ser algún despiste mío. Entra en mi blog cuando quieras. Un cordial saludo.

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