El lunes, 19 de
enero, recibí a dos madres en tutoría.
Mientras se desarrollaron ambas, hubo un clima distendido y amistoso. Las
buenas relaciones entre los docentes y la familia del alumnado respaldan los
buenos resultados académicos y favorecen los fines de la educación. Es una
satisfacción para el profesorado escuchar por boca de las madres el interés que
niños y niñas muestran por las tareas
escolares y por la realización de las actividades de forma limpia y
ordenada.
Estoy muy satisfecha de mi alumnado, de las tareas de Animación a la
Lectura que realizo en clase y del
fomento de la cultura del esfuerzo que estoy propiciando. Los niños son como esponjas que lo van
absorbiendo todo y cuando pasa algún tiempo vas viendo, con gran alegría, sus
progresos. ¡Estoy por la educación de la
infancia!
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