Este es el poema que publiqué en el libro de
festejos de San Gregorio. Está dedicado a la Charca, hoy desgraciadamente, seca.
Espero que os guste y os deje en la boca ese sabor amargo que a mí me deja la
ausencia de agua en esta.
Bajo un despiadado sol de fuego,
sedienta, quebrada y sola, yaces,
con el alma lastimada en el silencio
y el corazón desgarrado,
como una sombra de ausencias.
Bajo un despiadado sol de fuego,
sedienta, quebrada y sola, yaces,
con el alma lastimada en el silencio
y el corazón desgarrado,
como una sombra de ausencias.
Tus espejos,
mutilados en olvidos y desdenes,
se cansaron de lucir
sus acuarelas
y rompieron sus
nítidas superficies.
Ya no podrán
reflejar la inmensidad de ese cielo
que, como un manto
bondadoso,
cubrió tus días de
plenitud y presencia
y de guirnaldas
floridas.
Ya no tienes olas ni
brisas ni palomas
que abaniquen tus
contornos
con briosos revoloteos.
En las entrañas del mundo,
van muriendo tus anhelos.
Vives atrapada en la nostalgia
de tus días de esplendor.
Vagabunda de las sombras.
Mendiga de lunas cándidas.
Sin el sol de la esperanza
vas bosquejando mil penas.
Eres una golondrina herida
que al alba cesa el latido.
ENCARNA GÓMEZ VALENZUELA San Gregorio 2017
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