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Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

POEMAS

   


72-TIERRA DE AMORES (A MI PUEBLO)

 

Tierra de amores y olvidos.

Tierra de ausencias...

Olivo en flor. Aguacero.

Piélago enfervorecido,

de olivares y montañas.

Pueblas mis sueños con otros mares

y, mansamente, me conduces

al océano de la vida.

 

Un día me alejé de ti, como Ulises,

obligada por aires de la docencia.

Batallé contra los vientos hostiles,

salidos de la caja de Eolo, dios del viento,

por la estulticia de los torpes marineros.

En la isla de Circe, hube de luchar

contra Polifemo, el cíclope de un solo ojo,

y abandonar a la ninfa Calisto.

Pero jamás me dejé embaucar

por las dulces melodías de las sirenas.

Con cera de las abejas, taponé mis oídos,

y cerré mi corazón al amor de otros lugares.

Así pude regresar a tus queridos paisajes.

Tierra querida, anhelada tanto tiempo,

recordada en lo profundo del alma.

 

Al llegar a mi Ítaca querida,

descubrí con dolor de corazón

y frío llanto en el lagrimal de mis ojos,

que la Fuente de la Reja con su

ronco y sediento suspiro de quejas,

había dejado de manar, de regalarnos

los diamantes de sus aguas.  

Que estaba seca y baldía

que había dejado de escuchar

el murmullo de las aguas

y que iba muriendo cada día,

perdida en el rumor del silencio.

 

                                     71- LA PRIMAVERA        



La primavera amistosa va tocando los jardines,      

con su varita de magia, con su soplo de alegría.      

En el rosal, pone rosas. En las macetas, geranios multicolor,

malvas chinas, hierbabuena, campanitas y jazmines.

En los vergeles, florestas. En los árboles, las flores,

en mi alma pone amor hacia todos los humanos.

Y en esa puerta entreabierta de mis labios, muchos besos

para repartir al mundo y a las gentes que tengo a mi alrededor.

En las plantas, hojas verdes y retallos que, con su blonda

de seda, cubrirán todos los parques y los jardines se llenarán

de poesía. Durante todo el verano, lucirán sus esplendores.

 

¿Quién dará a la primavera esas flores tan preciosas,

esos colores tan bellos, esos olores tan tiernos,

esa brisa tan suave y esas lindas mariposas?

¿La madre Naturaleza o el propio Dios en persona,

o la Virgen o los santos o los ángeles del cielo?

Yo nunca pude saberlo, ni estudiarlo en libro alguno.

Solo sé que sus espejos no los lustran las criaturas

ni los proyectan personas ni los propios gobernantes.

Que sus profundos misterios no los dibuja la gente.

Que una mano poderosa, allá en lo alto del cielo,

teje amores, sentimientos, cualidades y alegrías.


Y manda a la primavera ponerse traje de gala.

Adornar los ventanales, vestir todo de armonía.

Poner flores en los tiestos y amor en los corazones,

en los labios, risas, besos y canciones afectivas

y misiones de esperanza. En los jardines del mundo,

planta claveles y rosas. Y en el aire pinta alondras

y palomas mensajeras que, alegres revolotean,

                                                las cornisas del interior de mi alma. 

  

                                70-  HOY HA LLEGADO LA LLUVIA                                            

 

Hoy ha llegado la lluvia

vestida de viento amable,

acompañada de risas,

de alegrías y de esperanzas.

Hoy ha llegado la lluvia,

liviana como un vestido de encaje

vaporosa, como un tisú de alhelí.

Me ha cogido de la mano,

me ha llevado al paraíso,

donde se hallan los manantiales del agua,

las dulces fuentes del corazón.

Hoy ha llegado la lluvia,

sutil, como un guiño enamorado,

frágil, como una caricia,

tierna, como un abrazo de amor.

Hoy ha llegado la lluvia,

fresca como la brisa de estío,

suave como un capullo de seda,

afable como el beso de una flor.

Los pájaros de mi pecho

entonan dulces gorjeos, para festejar la lluvia.

Las palomas mensajeras de mi alma

revolotean alegres y jubilosas

alrededor de sus nidos, celebrando su llegada.

 

La lluvia viene como una fruta tardía,

como un hermoso trigal, a punto de ser segado,

como un viñedo de uvas de ron y miel

esperando la vendimia.

Como un olivo en invierno que deja

sus aceitunas en manos del labrador.         

 POEMA DE MI AUTORÍA PUBLICADO EN LA ANTOLOGÍA POETAE MUNDI.

                                                             


   

Era la tarde una rosa

vestida de primavera,

era el aire una gardenia que crecía

en el jardín de los sueños.

 

Eran tus labios dos fresas que lastimaban mi pecho

con su dulzor y su aliento, con su sonrisa y su magia.

Eran tus manos palomas que volaban presurosas

por esos cielos de calma, azulados como el verso,

para traerme tu amor a las playas de mi cuerpo.

 

Y tu alma

era un lucero que iluminaba mi vida,

con una luz refulgente, desde la aurora, al ocaso.

Era tu talle palmera cimbreando a contraluz

en las pestañas del tiempo de nuestros deseos.

 

Y tus ojos,

dos espejos, cristales fosforescentes

que me acercaban la imagen

del jardín de las delicias.

Tus mejillas, luminosos arreboles

en una tarde de estío.

Tu corazón, un jacinto

que se mecía en el viento

al compás de algún poema.

 

Y tu cabello un trigal, rebosante de amapolas,

y de doradas espigas, con su oro y con su plata,

que discrepaba, en silencio,

con el brillo de tu barba,

y danzaba presuroso

como un poema de amor

            por los senderos del alba.

                 

                                                           68- LA  PRIMAVERA SE ACERCA



Bajo un cielo azul turquesa,

las nubes van ascendiendo,

fieles a sus horizontes,

y se expanden jubilosas

sobre las casas del pueblo,

sin dejarnos sus lágrimas de esperanza,

ni sus cristales diáfanos,

en las cornisas del aire.

 

Los pajarillos

revolotean alrededor de sus nidos,

y entonan felices trinos,

dando gracias a la vida.

Las mariposas

se van posando en las flores,

nos ofrecen su belleza,

y su alegre colorido,

sus más sutiles primores.

 

El cielo

es un cántico de amor,

que acaricia el alma mía.

Entre azules y sedosos días de invierno,

o de hermosa primavera,

me lanza un sutil “te quiero”.

En un ardiente fervor,

de pasión, amor y celos,

entrega mi corazón

sus más fervientes misterios.

 

Los aromas se perfilan

en la rosa de los vientos,

que feliz, su amor impulsa.

Y los quereres se enlazan

con la punta de los dedos.

Un viento suave y alado,

sopla desde las montañas

y acaricia con dulzura,

la cinta de mis pestañas.


En una noche sin fin,

en ese cielo estrellado,

cabalga mi amor a lomos

de algún caballito alado.

Volar con él por el aire.

Vivir, amar y sentir

los bostezos de la vida

en un valle de nostalgia, 

en el centro visceral

de los jardines del alma.


67- ANHELOS DE OTOÑO




                                                          Hace tiempo que esperamos la lluvia                                 

en los campos del amor y del olvido

en los olivos del verso dormido,

pero ella no se decide a venir.

Hace tiempo que la aguardamos,

con el alma herida por la sequía

y el corazón roto por el llanto.

La lluvia es un poema agradable,

que no quiere visitarnos.

 

Te esperamos, lluvia, con gran anhelo.  

Deseamos que esas nubes esponjosas

que decoran nuestros cielos,

derramen sus dulces lágrimas

sobre los sedientos campos del dolor,

sobre los oscuros tejados de la noche errante,

sobre la faz del planeta Tierra,

herido por la furia de la pertinaz sequía

que devasta nuestros campos.

 

Tiemblan los olivos por la ausencia

de los vibrantes espejos de la lluvia.

Lloran los ojos de la tristeza y entonan

tristes melodías de llanto y de sufrimiento,

canciones de angustiosa soledad,

al viento cruel de la tarde,

que se enreda en nuestro pecho,

detenido en el silencio,

en ese suspiro turbio que no da

tregua al dolor ni a la desesperación,

en el cielo azul de sus amarguras.  


Sopor en los surcos de la pena.

Alarido de las raíces del tiempo

cruel de nuestras desazones.

Las copas de los olivos se agitan

en un río seco de melancolía,

en un arroyo ausente de besos húmedos,

mojados, por la dulce saliva de la lluvia,

de abrazos cálidos, siempre añorados,

y nunca recibidos de los brazos del amor.


66- HE LUCHADO EN MUCHAS GUERRAS


He luchado en muchas guerras.

He ganado mil batallas,

y otras tantas he perdido.

Pero aquí estoy, levantada,

con los brazos extendidos,

aguardando el temporal

o la bonanza del cielo,

esperando un nuevo día,

con su alegría y su pena,

con su tristeza y su gozo.

 

No digáis que no he vivido,

que lo he hecho en plenitudes.

No creáis que no he sentido

el abrazo de la brisa,

ni las preciosas bondades de esos cielos

azulados y serenos de mi tierra.

He vivido en abundancia

por estos mundos de Dios.

 

Por eso a Él le debo la vida,

al Camposanto, mi cuerpo,

A los míos, mi legado cultural

de amor, poemas y de versos.

Y a mis padres,

que ya están navegando en otros mares,

todo este tiempo vivido, al arrullo del cariño

en el jardín de los sueños.  

 

A mi marido, ese amor de tantos años,

su apoyo, su compañía, su lealtad,

sus palabras y sus besos,

su convivencia conmigo, sus caricias

y esas dos flores, hermosas,

una rosa y un jacinto,

que cultivó en mi jardín.

 

Y a mi estrella, la ilusión

de mirarla cada noche

y reflejarme en su esencia,

en los aleros del cielo.

Y a mi país, la alegría

de sentirme protegida.

Gratitud, a los amigos

del alma y del corazón.

A mis paisanos, su respeto

y el cariño que me tienen.

Las lágrimas del cristal,

a las nubes jubilosas,

Y a mi pueblo, la acogida

que me dio el día en el que nací.

 

He soslayado volcanes,

desamores y tormentas,

He buscado bendiciones,

regocijos y alegrías.

Y he visto lo efímero de la vida

y lo perverso del mundo:

la enfermedad y la muerte,

las pandemias y el horror.

Pero vivo la alegría de sentir,

sobre mi piel, encendida de amapolas,

las caricias de la lluvia,

los besos del firmamento,

los arrumacos del sol.          

27-8-2022

65- HOJAS CAIDAS, AMORES ROTOS, PERDIDOS


Como esos amores rotos o perdidos,

que jamás podrán hallarse en los brazos de la vida.

Como esos amores tristes que siquiera se han besado,

ni se han cogido las manos para medir el cariño,

ni han bebido, jubilosos, en la boca del deseo,

o se perdieron un día, en las olas de la niebla,

o los mató la desidia, la pena o el desamor,

los árboles de los parques de mi pueblo

han entregado sus hojas sin remisión

a las furias agónicas del temporal,

a la ira cruel de los crespones del aire.

Ya no podrán proteger las ansias

que crecen en lo más hondo del alma.

Han volado como palomas heridas

por esos cielos ampulosos y oscurecidos.

Han escalado los andamios

del abismo para desfallecer silenciosas

en las solitarias necrópolis del dolor.

 

El amor es una ola que se mece

en los anhelados mares de la ilusión,

y se pasea en una barca sin remos y sin timón,

navegando a la deriva por aguas tumultuosas.

Se va estancando en el pecho y nos hiere

las entrañas. Se incrusta como una daga

en las laderas del corazón y se apodera del alma,

de la mente y de todo cuanto posees,

desgarrándote la médula, la garganta

y los luceros que alumbran todo tu ser.

Es devastador y huraño

cuando no es correspondido.

 

Si te ha herido el desamor,

levántate, como una hoja caída,

de ese árbol, despojado de ropajes,

cuyos harapos revolotean imperturbables,

en el ese viento antagónico del otoño.

Y pídele a una estrella que te deje iluminar,

con sus rayos, la noche de tu tristeza.

 

En CasaRosada, 15 de diciembre del 2021



64-SER LUZ Y SOL


Quisiera ser luz y sol,

para iluminar tus noches oscuras.

Leño, para quemarme en tu hoguera.

Fuego, para consumir ese tronco fornido,

que va ardiendo lentamente en el hogar,

para caldear tus días, entre llamas encarnadas.

Diminuta pavesa, oscilando en el humo,

y bailando la amable danza del amor sincero.

Llama, para derretir la nieve que el invierno

nos trae, en su alforja de quimeras, y que

cubre las montañas con una blancura hiriente.


Quisiera ser aguacero, para lavar tus heridas,

para escurrirme jubilosa por tu piel,

sin burdos paraguas que cubran tu altiplanicie,

en una noche de magia, entre sonrisas y besos,

entre arrumacos de amor y entre suspiros tiernos,

salidos del alma y del corazón anhelante.

Ser rayo de luz de luna, tirando hilos de plata,

por los montes ambarinos de tu pecho.


Ser alfa y omega de tu longeva existencia.

Ser origen de todos tus devaneos mentales,

cuando bebes agua clara y cristalina

de las lúcidas fontanas del verso eterno,

en el principio del verbo y de la palabra,

dicha y escrita en los anaqueles

del pensamiento febril.

En CasaRosada, a 14 de diciembre de 2021         



63-LA LLUVIA SALTA AL CAER

La lluvia salta al caer sobre la tierra

y deja escapar su aliento y su risa zalamera.

Llueve sobre los campos sedientos,

llueve sobe mi pecho desnudo y seco,

por tantos días de sequía pertinaz.

El agua forma canales y surcos y se derrama

sedosa y versátil sobre la piel de mi cuerpo.

Forma charcos y lagunas y sutiles manantiales,

limpias riadas de plata y arroyos embravecidos.

Y las plantas satisfechas y felices,

con su vientre humedecido y generoso,

entonan dulces canciones, que suenan entre la niebla

y alimentan los amores somnolientos.

 

Huele a humedad en los jardines del tiempo.

a semillas fecundadas, silenciosas,

al coito entre cielo y tierra.

La lluvia es una canción al día.

un rosario de sonetos a la vida.

La lluvia cae vertiginosa, con suspiros

y lisonjas. Se detiene en los tejados, bota

y juega al colache y a la comba.

Vibra con las canciones del viento.   

para empañar los espejos de los mares y los ríos.

 

La lluvia es un poema de amor, de sutileza

que desata las pasiones, los deseos

y acrecienta las ansias de posesión,

en el cuerpo del amado, en la piel de las estrellas.

Y enaltece las miradas de quienes aman la vida.

La lluvia es el sonido alegre,

de las trompetas del aire,

de los trombones del cielo.

La lluvia se enreda en mi corazón

con jubilosos espasmos de locura y alegría,

y va anegando mi alma con sus cantarinas aguas.

Con furia, rebota en el asfalto de las urbes,

anunciando su coraje y el desgarro de las nubes.

 

Gracias a Dios por la lluvia, por esa agua preciosa

que regala pan y leche, miel y óleo dorado,

y amamanta las semillas de esta tierra

para que coman los pobres.

 

En CasaRosada, a 22 de noviembre de 2021



62-AMANECE


Amanece, en los valles de mi alma

y en las laderas de nuestro pecho.

Las montañas de esta tierra ya reciben,

en su faz, los dulces rayos del sol,

las caricias matutinas de su luz,

y en su espalda, la frescura de la brisa.

 

El sol, con sus primigenios rayos,

es un fuego incandescente que calienta el corazón,

y nos da los buenos días, reinventando nuestro amor.

Que nos invita a vivir, a seguir por el camino

y a luchar por nuestros sueños.

Y se afana en su ávido deseo de iluminar los

recovecos sombríos, los anhelantes jardines,

para llevar su candor y su hermosura

a los labios temblorosos del deseo,

a las almas doloridas por un amor imposible,

a los poetas febriles que caminan

por un laberinto umbrío.

 

Todo renace de nuevo en el luminoso día

que nos regala este mundo.

La tierra se reviste de amores y de magia.

Los pajarillos reciben al astro,

trazando revoloteos y entonando dulces trinos.

 

Dejemos las amarguras, las tristezas, los fracasos

y los amores perdidos y volemos jubilosos

por esos cielos de calma, azulados

y diáfanos, como las olas del verso.

 

Corramos en busca de la alegría y de la paz,

imitando el ritmo ágil y emocionante

que describen las palomas mensajeras,

en sus memorables vuelos.

 

En CasaRosada, 9-11- 2021


61- UN POEMA DE MELANCOLÍA



La mañana de mi dolor será un verso blanco,

o un pájaro negro en la oscuridad de la noche,

un poema de melancolía que desdibujará las lágrimas

que recorren los cauces de mis mejillas.

 

Todo es soledad y desamparo a mi alrededor

tupida terminal de todos mis sueños,

labios encendidos de tinieblas que, audazmente,

desaguan los cielos de la inocencia.

 

También yo me marcharé algún día en ese

tren de negra noche y negaré los luceros del alba

en la senda que adormece el tafetán de mis anhelos.

Como sierpes, los viajeros llorarán su desventura,

en esas sombrías telarañas que nos acerca la desdicha.

 

Es inútil mentir la noche del lagrimal en la vía de ese

tren que jamás nos traerá a la sangre del corazón los abrazos

y los besos que nunca pudimos dar a quienes tanto queremos.

Las caricias que, como rosas marchitas, se afligieron

en el lejano jardín de nuestros mezquinos dedos.

 

Es noche cerrada, sin luz de luna ni estrellas.

Recluidos en la oscuridad de esta desolada alcoba,

nuestros sueños se disipan, lentamente,

sin encontrar el amor, como la luz en la niebla. 

 

POEMAS DEL TREN. EL PÁJARO DE LA NOCHE. UN POEMA DE MELANCOLÍA

En CasaRosada, octubre de 2021


60- LLEGA EL OTOÑO



Llega el otoño,

a los parques de mi pueblo

a los valles de mi pecho.

Viene, con sus jirones de niebla,

con sus tardes amarillas, soleadas,

esponjosas, ambarinas, macilentas,

con su abanico de ausencias.

 

Llega con sus misterios de calma,

de pesadillas, de fobias, de tempestad,

de incógnitas, de ventoleras

de pena en el lagrimal

y agonía en la garganta.

Con sus tonos encarnados

enajena mis pupilas y mis sueños

y da vigor a la nostalgia.

 

Este otoño

se adueña de nuestras almas

con sus colores cobrizos,

caquis, tostados, rojizos y amarillentos,

llenos de melancolía y repletos de añoranza.

Nos trae un mosaico de tonalidades ocres,

en sus sedientas mañanas,

en sus prolongadas noches

en sus visos escarlata.

 

Iluminado por la tibieza sutil

de un sol, pálido y escurridizo,

va transcurriendo despacio

por las vides de septiembre,

por los lagares de octubre,

por los mostos de noviembre,

por los vinos de diciembre.

 

El otoño

se arremolina en mi pecho,

busca cobijo en mi alma,

se interna en mi corazón,

se detiene en mis entrañas,

para arañarme las vísceras

y desgarrarme la médula.  

Este otoño, desarraigado e inestable,

se derrumba en mi memoria

con aire de fríos vientos

y retazos de añoranza.

 

Encarna Gómez Valenzuela,  Pegalajar (Jaén)

http://trabajosdeencarna.blogspot.com

 

59- GRITO DE LAS MUJERES AFGANAS




Esta tarde,

me duele el alma de ausencias, me duele

por tantísimo control, por tantas trabas,

por la crueldad de los vientos.

Quiero volar por esos mundos de Dios,

pero me cortan las alas.

Quiero asomarme al balcón, a ver la vida pasar,

y me cierran los postigos.

Quiero fundirme en el aire dulce de una mañana florida,

en las olas de la luna, en los vergeles del sol,

pero me atrapan en lejanía y en visos de tempestad.

 

Mas no deseo recrearme ni aceptar este dolor.

Quiero acariciar las flores y retozar en la hierba,

escalar las altas cumbres de las montañas del tiempo,

cruzar los mares a lomos de un caballo volador,

respirar en la pradera de los besos,

en los valles del abrazo profundo y deseado,

y sentir los latidos de la vida a través de ese contacto.

Vivir los versos del encuentro con el amor y la vida,

reflejarme en esos ojos profundos que me miran con pasión.

Nada me está permitido, solamente el estoicismo.

¿Cuándo llegará la hora del amor y la alegría,

de poder abrir las puertas que me separan del sol?

 

En CasaRosada, 27 de septiembre de 2021


58- PUEBLO MÍO. POEMAS PARA UNA EXPOSICIÓN DE PINTURA EN PEGALAJAR



Mírame despacio, pueblo mío,

acúname a diario en tu regazo,

déjame delimitar tus horizontes

al ritmo emocional de la docencia.



Serás luz deslumbrante en mis pupilas.

Serás como una estrella que renace

en ese cielo azul de mis anhelos.

 

Tus dedos de aceituna reverdecen

en un rayo de sol que anuncia el alba.

El frío se desgaja entre mis manos

lo mismo que un racimo de nostalgia.

 

57- LA CANCIÓN DEL AGUA. POEMAS PARA UNA EXPOSICIÓN DE PINTURA EN PEGALAJAR 

Yo escucho

la canción del agua

en el lago azulado

de los sueños del viento,

la gota fugaz que borda

nardos en un mar de olas,

la espuma blanca que vibra,

en recónditas e ignotas playas.

 

En su espejo transparente

se reflejan las estrellas

como pájaros silvestres.

 

Sus burbujas de cristal,

bailan en armoniosos encajes,

al compás de la alborada,

al ritmo de la ilusión.

 

56- LLEGA EL OTOÑO A LOS PARQUES DE MI PUEBLO


Llega el otoño,

a los parques de mi pueblo

a los valles de mi pecho.

Viene con sus jirones de niebla,

con sus tardes amarillas, soleadas,

esponjosas, ambarinas, macilentas,

con su abanico de ausencias.


Llega con sus misterios de calma,

de pesadillas, de fobias, de tempestad,

de incógnitas, de ventoleras

de pena en el lagrimal

y agonía en la garganta.

Con sus tonos encarnados

enajena mis pupilas y mis sueños

y da vigor a la nostalgia.

 

Este otoño

se adueña de nuestras almas

con sus colores cobrizos,

caquis, tostados, rojizos y amarillentos,

llenos de melancolía y repletos de añoranza.

Nos trae un mosaico de tonalidades ocres,

en sus sedientas mañanas,

en sus prolongadas noches

en sus visos escarlata.

 

Iluminado por la tibieza sutil

de un sol, pálido y escurridizo,

va transcurriendo despacio

por las vides de septiembre,

por los lagares de octubre,

por los mostos de noviembre,

por los vinos de diciembre.

 

El otoño

se arremolina en mi pecho,

busca cobijo en mi alma,

se interna en mi corazón,

se detiene en mis entrañas,

para arañarme las vísceras

y desgarrarme la médula.  

Este otoño, desarraigado e inestable,

se derrumba en mi memoria

con aire de fríos vientos

y retazos de añoranza.

 

55- DESPEDIDA DE SEPTIEMBRE EN PEGALAJAR




Hoy despedimos a septiembre.

Este mes que trae el otoño, amarrado a su cintura,

plegado a su epidermis de uvas de moscatel,

está lleno de bondades, de sutilezas celestes,

de manzanas y de membrillos maduros,

de hortalizas arrancadas de las huertas de templanza,

de higos tiernos y de sonrisas amargas,

del mosto dulce de los lagares del alma,

del vino añejo de los labios del amor.

 

Instalaremos mañana en el calendario

al mes de octubre, de siembras y de quehaceres,

en los campos de esta tierra de añoranzas.

Lo retaremos a que nos traiga la lluvia

y las nubes de algodón, a nuestro cielo,

llenas de lágrimas transparentes y esponjosas,

repletas de caracolas y perlas blancas,

para que den luz y vida a nuestro tiempo otoñal.

 

  

54- LOS DIAMANTES DE LA LLUVIA. POEMAS PARA UNA EXPOSICIÓN DE PINTURA EN PEGALAJAR.


Haces de luz en la niebla.

Los diamantes de la lluvia

se deshacen en el aire.

Agua, siempre agua

para saciar los corazones

sedientos de amor y de besos,

para llenar los aljibes del pecho,

para limpiar el lodo del temporal,

para lavar los barrizales del alma.

 

Y las gotas de su encaje

se deslizan silenciosas,

como rosas de pasión,

en el satén de sus pétalos

 

53-  LA CANCIÓN DEL AGUA. POEMAS PARA UNA EXPOSICIÓN DE PINTURA EN PEGALAJAR 




Yo escucho 

la canción del agua

en el lago azulado

de los sueños del viento,

la gota fugaz que borda

nardos en un mar de olas,

la espuma blanca que vibra,

en recónditas e ignotas playas.

 

En su espejo transparente

se reflejan las estrellas

como pájaros silvestres.

 

Sus burbujas de cristal,

bailan en armoniosos encajes,

al compás de la alborada,

al ritmo de la ilusión.

 

52 - TONALIDADES PASTEL. POEMAS PARA UNA EXPOSICIÓN DE PINTURA EN PEGALAJAR


Acuarelas en mis manos,

tonalidades pastel,

para recalcar perfiles

o para trazar contornos

con difusas pinceladas

y satinar tu aureola.

con bellas escalinatas.


Pintaré tu corazón

y dibujaré tu alma

con los fúlgidos destellos

de las transparentes aguas

de la Fuente de la Reja,

que emanan con borbotones,

y de una Charca prodigiosa,

que es espejo de la Luna. 


51- BRILLO DIAMANTINO. POEMAS PARA UNA EXPOSICIÓN DE PINTURA EN PEGALAJAR.





El agua va derramando

su manto de placidez,

en la Charca de mi pueblo,

más allá de su brillo diamantino.

 

En su risa, los cristales nacarados

reflejan el estupor de las calles,

blancos azules, dorados

verdes y nítidos amarillos.

Luego, correrá por las acequias,

para fecundar los campos.

Paloma mensajera de esperanza

es el agua en todas las fuentes,

lagunas y manantiales

del corazón de la tierra.


50- NOCHES DE LUZ Y VERBENA. POEMAS PARA UNA EXPOSICIÓN DE PINTURA EN PEGALAJAR 



Noches de luz y verbena,

a la orilla de la Charca.

Hoy Pegalajar no duerme,

vela su fiesta nocturna.

 

Suena una música dulce

al abrigo de su cielo,

que tiñe brillos cobrizos,

en el borde de la sierra

y recorta su torre con sutileza.

 

Mientras la Charca espejea

sus luces y sus reflejos,

en el tapiz ondulado,

que le deparan sus aguas.


En CasaRosada, 24 de septiembre de 2021

  

49- LA SAVIA DORADA. POEMAS PARA UNA EXPOSICIÓN DE PINTURA EN PEGALAJAR


Encontrar una senda escarlata

en el agua que corre por tus venas

y en la savia dorada, la brecha

que emerge del interior de la tierra

y recorre las verdinegras veredas

del corazón anhelante.

 

En las transparentes lágrimas

que brotan de tus ojos,

hallar el agua.

 

Agua, sólo agua cristalina

para lavar las heridas del mundo,

para borrar todos los agravios

que flotan en el azul de la Charca.

                En CasaRosada, 23 de septiembre de 2021

  

48- LA MANSEDUMBRE DEL AGUA



La mansedumbre del agua la percibo cada día

en la Charca de mis sueños. Realidad que se esfuma

en los espasmos del aire, en los suspiros del viento.

Mi cariño es anhelo y ansiedad, amor a primera vista.

Es un enlace vital, es un coito interminable con el agua,

en el transcurso del tiempo de esta turbia situación.

Belleza nacarada del líquido elemento.

placidez, y sosiego en esa superficie plateada.

Luz y diáfano espejo son tus cristalinas perlas.

Profundidad y energía en esa masa acuosa donde

los sueños y los deseos navegan, en un barco de papel.

Inmensidad del agua, plenitud de transparencias

y de secretos ocultos, que se esconden en el fondo.

Quiero vivir esa calma que respiran tus senderos.

Esa paz que dimana de tu esencia.

Las flores de tus orillas, las sonrisas de tus labios.

La añoranza de no verte y la sombra de tu ausencia

adormecen mis sentidos y secuestran mi alegría.

Y mis recuerdos evocan el corazón de tu cielo.

Exuberancia y anhelos en esa hermosa floresta

que pueblan de amor y de sutiles encantos

el margen de tus orillas y los sueños de mi alma.   

En CasaRosada, 15 de julio de 2021 


47- UNA CANCIÓN DE ESPERANZA



Cuando se pase este tiempo de pesadillas y fobias,

de reclusiones y encierros, de contagios y de muertes,

nos libraremos del virus y cantaremos victoria,

todos juntos, de la mano, para saludar al día,

al sol, a los gorriones, a las nubes y a la brisa,

para abrazar al hermano, a los hijos y a los nietos.

 

Pero ahora,

en este tiempo cerril de distancias y de ausencias

de temores, de lamentos, de mirar por la ventana,

no nos podemos dejar abatir por la tristeza,

por el tedio, por el miedo, por la apatía o el silencio.

Es necesario cantar desde el corazón

una canción de esperanza, una dulce melodía.

que nazca en nuestra garganta y acaricie nuestros labios.

Sentir la vida vagando por los rincones de casa,

por los montes, por los valles, por los ríos, por los parques

y mirar al horizonte con ojos encandilados,

para ver nacer el día que crece en nuestras entrañas

y brota en los corazones.

 

Fijarnos en esa flor que, impulsada por la vida,

muestra su bello color, su perfume, su hermosura.

Mirar al cielo despacio, que luce azules de seda

y rosáceos de esperanza o rojizos de arrebol.

Alzar siempre la mirada, para no desfallecer

en las manos de la pena y en los brazos del dolor. 

 

En CasaRosada, febrero  de 2021


46-DESNUDO FEBRIL 

  

Tu cuerpo brotó febril

de las olas que flagelan la esperanza

y emergió la redondez sonrosada de tu carne

como alondra en el cristal de la alborada.

Y fue tu piel una rosa, una herida

en el clavel de la mañana.

Tus cabellos, como un río de soledad

arrastraron el tormento de los mares

hacia las desiertas playas de mis manos.

Y fue mi temporal arena blanca,

caléndula dorada navegando a la deriva

                                                      de los besos olvidados.

Una vereda de enigmas

en el fondo de tu pecho tejió la mar.

Maraña pueril de indescifrables atributos.

La esfera de tu vientre se curvó

hacia mi cuerpo, como una doncella impúber,

a través del sendero ignoto de arterias y de nervios

que creció en lo más profundo.

Quisiera desdibujar las mareas que nublaron

las espumas de tus ojos para llenar

de primaveras floridas

ese desnudo febril de tu cuerpo

que eclipsó hacia las playas del deseo

el espejo demencial de mis pupilas.


 En CasaRosada, 31-1- 2021


45- TE FUISTE (A mi madre, en el recuerdo)



Te fuiste tan de repente,

tan sin decirlo, tan sin saberlo.

Te fuiste como una flor en primavera,

marchita y zarandeada por la tormenta

que se gestaba en el fondo de tu ser.

Te fuiste como la pena de marzo,

despacio y sola como la lluvia de abril,

suave y esponjosa como la brisa de mayo,

acariciando el aire como las tardes de junio.

Te fuiste con un viso de rubí en tus mejillas,

con una nube en tus ojos, con una pena en tus labios,

con un poema en tu corazón.

Te fuiste tan desolada, tan sin hablar,

que tus silencios restallaron en mi alma

y la pena de mi llanto centelleó en tu interior.

Te extinguiste en el aire como un suspiro.

Te apagaste como una luz en la noche de mi dolor.

 

Te fuiste sin una queja, sin un reproche, sin despedir.

Cruzaste los vientos sin saber por dónde ibas,

ni a dónde te dirigías ni con quién querías estar.

Te fuiste cuando la Fuente llenó de agua la Charca,

de sueños y de esperanzas, las laderas de mi amor.

Te fuiste cuando la brisa bordaba haces de luz

en las pupilas del día, rosas de seda en los jardines del sol.

Te fuiste a un lugar sin retorno.

Tu mirada se quedó prendida en el cristal del adiós.

Te fuiste en una fecha sin brillo en el calendario,

sin colores de arco iris, sin olores de jazmín.

Te fuiste fustigada por el peso de los años.

Desde tu lecho de muerte, la pandemia no pudo herirte.

No pudo clavar en tu pecho el aguijón de ponzoña,

que ha clavado en tantas gentes.

A ti fue la vejez y el deterioro,

la ausencia de juventud quienes te condujeron

por el camino del Camposanto.

Ya has dejado de sentir el desconsuelo y la pena

el dolor y el sufrimiento que padecemos aquí.

Por ti, querida madre, no doblaron las campanas.

Ni gimieron los vientos aquejados por el llanto.

Pocas personas, por este tiempo cerril

que nos trajo el calendario, pudieron conocer tu muerte.

 

¿Por qué te fuiste, querida madre, cuando la primavera

extendía su manto de flores multicolor en la Tierra,

cuando abril acariciaba el olor de las celindas,

cuando sonaba en el aire el canto del ruiseñor?

¿Por qué te fuiste cuando la hiedra trepaba

los aposentos de mi dolor?

 

Sin embargo, ahora, la luz de la fe nos dice

que ya no tiene sentido llorar por ti,

porque te encuentras en los jardines del cielo,

gozando de la presencia de Dios.

 En CasaRosada, abril de 2020


44-EL AIRE SIN RISAS

Qué solo el parque sin niños.
Qué solo el cielo sin luna.
Qué solo el aire sin risas.
Qué solo el corazón con la pena.
Pena por esta pandemia.
Pena por tanto afectado.
Pena por tanto difunto.
Pena por tanta tragedia.
Cantemos al unísono,
para espantar la tristeza,
asomados al balcón,
recluidos en las casas,
rezando unos por otros
y alentando el corazón
con la detención del virus.
No nos cojamos las manos,
los abrazos, digitales,
los besos, a las estrellas
y la esperanza, en la vida,
que siga sin apagarse
aunque ahora brille en tristezas
por tanta desolación.
En nuestro país, tenemos que erradicar
las coronas y los virus.

ENCARNA GÓMEZ VALENZUELA

En CasaRosada 20-3-20
Poema colgado en Facebook y publicado en la revista digital AZAHAR 104


43-PEGALAJAR SE HA VESTIDO DE LUCES Y DE COLORES

Desde que llegó el estío
Pegalajar se ha vestido de luces y de colores,
de calor y de alegría, de esperanza y de ilusión.
Los espejos de este día seducen las curiosas miradas,
que atraviesan el aire con su chispa candente.
Cuchichean las sonrisas infantiles
con la luna y con el sol, con los ángeles del cielo.

Las estrellas se detienen en la noche de mi pueblo.
Las casas, satinadas con el blanco de la aurora,
vigilan el devenir de las gentes.
El viento se balancea en los pinos de la Serrezuela y
refresca las noches de nuestro pueblo como un grácil abanico .
La Peña Gorda desprende ecos de amor y añoranza
como un mágico rayo de luz de luna que nunca cesa el latido.
Y la Peña de los Buitres es un crisol de nostalgia
que atraviesa el lagrimal de las penas que encierra el alma.
La charca, debiendo ser un cristal diáfano y transparente
que  reflejara  en sus espejos el añil del ancho cielo,
es un desgarro en el alma, un roto en el corazón
de todos los paisanos que aman esta tierra porque está sedienta y seca,
sin las risa de sus olas,  sin los diamantes del agua.
Rogaremos a nuestra madre del cielo que nos conceda la gracia
de verla llena de agua y repleta de plenitudes.

Nuestra virgen, hermosa como una tarde de mayo,
nos sonríe desde su ermita y nos invita a la plegaria y al rezo.
Es la Virgen de las Nieves, cuya fiesta celebra Pegalajar el día 5 de agosto.
Las verbenas, los conciertos musicales, los cohetes, los fuegos artificiales,
los cánticos, la novena, los mantos y los vestidos que te propician los fieles,
las misas y procesiones, las velas, los candelabros, las visitas a tu ermita,
los suspiros y los besos, los abrazos, las lágrimas de tus hijos y el corazón palpitante
en amores y alegrías que revelan los hermanos y devotos me emocionan.
Sin embargo, todo me parece poco para venerar tu imagen,
madre querida del alma, para homenajearte en el día de tu santo.
Dios te salve, llena de gracia y virtudes, en este cinco de agosto.


Poema publicado en el Libro de Festejos de PEGALAJAR, para celebrar la Feria y Fiestas en honor de la VIRGEN DE LAS NIEVES del 2 al 7 de Agosto de 2019.




42- ASOMADA AL BALCÓN DE MI PECHO


Asomada al balcón de mi pecho
he visto brotar la blanca flor del almendro,
como un arrebol de nacaradas espumas,
y he imaginado el amor golpeando mi ventana.

Tal vez todo pueda renacer de nuevo.
Quizá el sol quiera brillar para mí
y haga germinar mi alma, como pradera florida
en el fondo de mi ser.

Y vendrán otra vez la golondrinas,
como estrellas anhelantes, a posarse
en las manos dadivosas del amor.

 Y volverán los veleros
a navegar esos piélagos,
cuajados de blanca espuma
que hacen florecer corales
dentro de mi corazón.
   
Tañerán las campanas de la aurora
como antorchas encendidas en mi pecho
al son de una amanecida de primavera,
festejando el caudal de mariposas y de flores
          que desborda el río de la ilusión de mi alma. 

Este poema ha sido publicado en la revista Aldaba nº 36, en la pág. 18 


41-SENTIR MUY DENTRO



Sentir muy dentro del corazón
el peso derrotado de esta tierra,
fulgurante y hondo pálpito
de su lánguida y doliente entraña
que se derrama por mi pecho
con lacerantes golpes de arado
que los resignados labriegos,
con mil sudores y esfuerzos,
proyectan sobre estos campos,
sembrados de ilusiones y esperanzas.

Surcos de fragilidad te va dejando en el vientre
esta tierra de mareas altas que,
desde su privilegiado enclave,
te alumbra los senderos de tinieblas
y, sosegada, te guía por esos mundos de Dios.

Cálido y fosforescente flamear de los soles en estío.
Refulgente luminosidad que brilla con mil destellos
                                                   y reverbera, febril y enfervorecida,
                                                   sobre las jaspeadas copas  de los soberbios olivos
                                                   que hieren en armonía estas tierras fértiles y generosas
                                                   cuya aureola de amor tiñe con luz de arco iris
                                                   el cristal de mi pupila  e ilumina con rayos de luna llena

                                                   todos los rincones de mi alma.



40- EL ESTUPOR DE LAS PATERAS
 Son los despojos de un naufragio,
el indómito estupor de las pateras
el dolorido silencio de esta tierra.
El mar, devorador de ilusiones y de proyectos,
emerge furibundo, como potro desbocado,
desde el fondo visceral de los océanos.
Un recuerdo lacerante que merece
ser rescatado  del olvido de las campanas.
Entretejer lentamente los frágiles jirones
de una trayectoria rota en mil pedazos.
El peso demencial del abismo
 se cernió sobre sus vidas.
Hacía ya mucho tiempo que eran hombres muertos
entre las volubles dunas de la noche de sus sueños.
Eran telarañas del desierto,
 sutil arena que se adhiere al lagrimal.
Amamantaban un lodazal de llanto en su pecho
que les achicaba el agua del corazón malherido.
Llevaban el peso del dolor en la mochila,
el furor de todos los temporales,
oculto, en el doblez de su alforja.
La sombra de sus pesares,
fantasmagórica como la luna menguante,
bailaba su danza fúnebre alrededor de su vientre.
POEMA PUBLICADO EN LA PÁGINA 59 DE LA ANTOLOGÍA DEL V RECITAL SIERRA MORENA DE POESÍA. 15 y 13 de MAYO 2016. 1ª EDICIÓN MAYO  2016

                                                                39- ESPERANZA






Engánchate a la entraña del amor,
destella rizos de luz en éxtasis prolongado
de abanicos suspendidos en el aire,
como guirnaldas de besos
que recorren los senderos del deseo.
Camina despacio sobre su cuerpo desnudo.
Dale luz a la esperanza de sentir
los bostezos de la vida.
Avanzadillas de pétalos rojos
en los frondosos jardines de la primavera,
como un vistoso arco iris,
va entretejiendo el amor
con tu corazón de ausencias.
No lo desdeñes jamás, se halla cerca de ti.
Revolotea, candoroso, como un pájaro
que bebiera de tu mano,
de tu alma, nívea como una paloma.
Florece a tu alrededor
como un mar presuntuoso.
Anuda la cinta de tus pestañas
al encaje almidonado de mi blusa
y huyamos juntos a un recóndito lugar
donde el tiempo yace detenido en el reloj,
donde el firmamento fecundo de tu vientre
teje luceros y estrellas fosforescentes,
como antorchas enredadas
en el espacio inmaculado de tu pubis
para alimentar la semilla candorosa
de ese mundo de ilusiones
que cobijas en tu pecho.  
       
POEMA PUBLICADO EN LA PÁGINA 58 DE LA ANTOLOGÍA DEL V RECITAL SIERRA MORENA DE POESÍA.  NOVIEMBRE DE 2015. 1ª EDICIÓN MAYO  2016

38-BRIOSO GALOPAR



Tiempla el amor sus arrullos

en el tímido y frágil tañido

de una doliente campana

que, serena y dulcemente,

bajo la luz del crepúsculo,

llama a la nocturna plegaria.

Y con su chispa candente,

satinada en los espejos del alba,

el amor lustra sus brillos.


El amor deshoja sus margaritas

y viste lirios de seda

entonando mil requiebros

más allá de la hermosa fontana,

magnánima y complaciente,

que calmaba tu insaciable sed

de clandestinos anhelos.


A la orilla del deseo insatisfecho,

el amor iba cabalgando impúber

con brioso galopar

de corceles desbridados

en una plácida noche de alabastros

y cristales áureos e iridiscentes.

Poema publicado en la Revista ALDABA nº 30, correspondiente a la Primavera 2016

37-ALBORADA


Sobre la alborada que nace

—acuarela plateada en las montañas

ambarinas de esta tierra—

despliega el amor su aureola, para iluminar

su bóveda con floridos estandartes de caricias.

Es un volcán de cristales, caudal de lirios y rosas

transparentes como el aire que respiras.

 La luz del alba te espera, sedienta

y acurrucada, en el alfeizar de tu ventana

para teñir de diamantes

las cornisas de tu alma.

Pabellones de tinieblas cultivó

la hora tenebrosa del dolor y de la ausencia

en los espejos nocturnos.

 Ahora, la luz del alba,

como un aluvión silvestre,

aborta su siniestro pedernal

en el lánguido crisol de tu mirada,

después, la hace sucumbir

en los espasmos de la niebla,

como las olas del viento en las esferas celestes.

 La línea encarnada del horizonte,

como el carmín en los labios,

se vislumbra, candorosa, en el iris de tus ojos.

POEMA PUBLICADO EN LA REVISTA DE CREACIÓN LITERARIA Y PLÁSTICA ALDABA Nº 28. OTOÑO 2015. 
    
36-LA BAHÍA DE LOS SUEÑOS



La luz diamantina
de esta tarde coronada de añoranza
y de arrebatos, me conduce hasta la mar
donde sus aladas cimas alimentan sueños líquidos.
La mar serena, la mar en calma
donde el corazón se ensancha, donde la esfera
se curva hasta el infinito y donde el espacio rompe
el silencio detenido de los rompientes en vastos siglos
de peregrinaje inútil hacia ese mar transparente.

Contemplo, expectante, el universo álgido de este mar
que, impávido, me secuestra hasta las playas del verso.
Mis pies descalzos acometen las veredas de su cuerpo.
Ardiente delirio de camelias sumergidas
que borra sin remisión el pudor de los naranjos.
El agua en esta bahía, febril se viste de sueños
lo mismo que una cometa navegando en cielo raso.
El alma anclada en ese mar de azucenas
se balancea lentamente. Incesante giro de aletas.
Línea sutil que delimita el poniente.
Geometría crepuscular coloreando celajes
de un abrazo cristalino y diáfano
en el reflejo de tus pupilas que une cielo y mar

en la bahía de los sueños

POEMA PUBLICADO EN LA REVISTA DE CREACIÓN LITERARIA Y PLÁSTICA ALDABA Nº 34. OTOÑO 2017. 

35-EL OTOÑO SE ALEJA

El otoño, añorante en sus recuerdos,
de sol tibio y de sangrantes ocasos,
insiste en deserciones y fugas,
en torpes huidas ciegas
de estos hermosos parajes
de pecho descendido y de silencio.
Liviano como una sombra, marchito y cerril,
se aleja por la inmensa terraza celeste.
Va arrastrando tras de sí su brusco telón de viento
y su fino tisú de llanto y melancolía.
Quizá, oculte en su pecho flébiles nostalgias
de ausencia o de ingratitud.
Su brazos, caídos y oscilantes,
a lo largo de su cuerpo macilento,
de hojas secas y de musgo,

con desdén y desaliento, bambolean
las ingrávidas esferas del aire.
Sobre esta tierra bravía, herida por algún rayo de luna,
en una radiante noche de estrellas y plenilunio,
vomita un desvencijado temporal
de desatinos y de añoranza.
El otoño ha dejado la tierra desierta,
desnuda de pájaros y de céfiros,
rota de flores y de guirnaldas de besos
y abocada al frío aguacero de invierno
de tenebrosas oquedades estériles
y de seres ateridos por la helada.
Los dulces senos del otoño
han dejado de manar leche y miel
en esta tierra marchita.
Han congelado el pálpito del amor
por las sombrías veredas
de la inclemente noche invernal.
Una esquiva bocanada de cierzo,
azota las esperanzas que abrigaba el olivar
en su mullida entramada de ramajes.
Silba el viento en las camadas,
zigzagueante y siniestro,
y con sus manos de fría ventisca
agita la entraña de la aceituna,
morada y negra, azabache,
que tiembla bajo su gélido aliento.
Es el invierno que ruge
muy cerca del corazón,
con su manantial de escarcha
y empaña la nitidez del espejo
del agua en el riachuelo
y en esos ingentes cielos
cubiertos de tupidos estandartes,
oscuros y enmohecidos,
que embotan las caricias en el alma.
POEMA PUBLICADO EN LA REVISTA ALDABA Nº 29. INVIERNO 2016.

                                                        34-DIÁFANA ESENCIA                          




En el interior añil del agua



de la Alhambra, el hallazgo de sus perlas,



la dulzura de sus jardines,



la placidez de sus amaneceres,



la tibia calidez de sus crepúsculos.



Y en su diáfana esencia,



la ternura del abrazo cristalino


entre sus hilos de plata.

Ineludible aureola blanca

cuando se mira la luna

en el tranquilo sosiego del agua

y en su espejo, la inesperada frescura,

la joya de su esplendidez.

Ya escucho la canción del agua

en el lago azulado de los sueños,

la gota fugaz que borda

nardos en un mar de olas,

la espuma blanca que vibra

en recónditas e ignotas playas.

Haces de luz en la niebla.

Los brillantes de la lluvia

se deshacen en el aire.

Agua, siempre agua

para saciar los corazones sedientos,

para regar esas vegas de Granada,

para calmar la sed de los poetas

y para apagar las penas del alma.

Y las gotas se deslizan silenciosas,

como rosas de pasión,

en el satén de sus pétalos.



POEMA PUBLICADO EN LAS PÁGINAS 108-109 DE LA ANTOLOGÍA DEL III ENCUENTRO DE POETAS ANDALUCES . NOVIEMBRE DE 2014. 1ª EDICIÓN NOVIEMBRE 2015

 33-GRANADA, CRESPÓN DE ANHELOS


Granada, canción doliente del agua.

Los susurros silenciosos de sus fuentes

tejen mil llantos dorados en el aire sonrosado

de la tarde, para poblar sus jardines de bellas flores,

que bordan primores y hechizos con aromas

y alboradas en el satén de los vientos.

Los suspiros  de la Alhambra,

que ocultan penas de amor

de algún califa vencido,

los baña la luz del alba.

 Granada,

ciudad dormida en el espejo de un  cielo,

cuajado de luceros y de estrellas.

Adornada por dos ríos cantarines, 

que discurren lentamente,

desde la sierra, hasta el mar Mediterráneo.

Son el Darro y el Genil, sutilezas de cristal,

profundas y mansas heridas, que conducen

sus lágrimas transparentes

a las orillas del mar.

 Sierra Nevada,

corona blanca  que adorna

de tibia  luz, tu morena cabellera,

de timidez y sosiego, de placidez y de calma

 Albaicín, barrio entrañable,

con sus estrechas callejas morunas,

acunando alguna pena en el murmullo del agua. 

 Granada, crespón de  delicados anhelos

que lloró con  alegría cuando el califa, Boabdil,

 abandonó sus encantos.
POEMA PUBLICADO EN LAS PÁGINAS 106-107 DE LA ANTOLOGÍA DEL III ENCUENTRO DE POETAS ANDALUCES . NOVIEMBRE DE 2014. 1ª EDICIÓN NOVIEMBRE 2015

32- REMANSO FELIZ  
                                              
                    
  
                                               En el azul vibrante del agua
                                               descubrí los ojos del día.
                                               Y en el verdor de la hierba,
                                               el remanso feliz de todos los riachuelos,
                                               la ausencia de clepsidras en los vergeles.
                                               El tiempo se hace canción
                                                        en el susurro latente del agua,
                                               luz y poema, en el pálpito de los estanques.

                                           
Asómate al balcón del agua,
en sus dolientes paisajes de caracola,
la gota oscura del silencio
reverdece como alondra matutina
que nunca detiene el vuelo.
Su esplendor de nardos florecidos
es aprendizaje y designio ciego,
sosiego de verso y copla,
tierna melodía que el viento mece
            en las cornisas del tiempo.

 POEMA PUBLICADO EN LA PÁGINA 48 DE LA ANTOLOGÍA DEL IV RECITAL DE POESÍA DE SIERRA MORENA. OCTUBRE DE 2015


                                                                            31-DISTANCIA




 Abrupto silencio a tu alrededor.


                                                      Vacío febril en tus pupilas ajadas


                                                      de tanto mirar sin ver


                                                      las miserias de los hombres.


                                                      El murmullo de tus labios


                                                      finge idiomas ignotos


                                                      que suenan ataviados de furia


                                                      en el lago visceral de tus anhelos.


                                                              Desde la lejanía hostil


                                                             de tu trono de gloria y de soberbia,


                                                             efímero como la vida misma,

                                                             has sembrado semillas de distancia
                                                             en el huerto desolado de mi llanto,
                                                            como quien mira la imagen
                                                            de la tempestad en el aire.
                                                            Pero no temas hermano
                                                            de mis entrañas
                                                            algún día no lejano
                                                           recogerás la cosecha:
                                                          vacío, soledad e indiferencia
                                                          a manos llenas
                                                         y el dolor de no haber sabido
                                                         restañar a tiempo
                                                         las llagas del corazón y del alma.
 POEMA PUBLICADO EN LA PÁGINA 47 DE LA ANTOLOGÍA DEL IV RECITAL DE POESÍA DE SIERRA MORENA. OCTUBRE DE 2015

30-TU IMAGEN DEL MAR

                     En la alforja de mis sueños,


navegando a la deriva de los luceros,

llevo tu imagen del mar.

Más allá de las espumosas olas del llanto

grita la mar, gime el piélago.

El dolor del absoluto en lo oscuro, la herida visceral

del tiempo roto en los abismos estelares.

Crepita la mar desnuda de su túnica de espumas blancas.

Su demencial alarido flagela el tulipán de mi espalda.

El agua, con sus labios de sal, besa los cauces de mi destino,

mi playa de soledad, mi estandarte de magnolias,

mi triste canción de nostalgia.

Escucha su ancestral borboteo

de algas sedientas de misterio,

ignotas, en la distancia marina del arpa de sus manos.

Profundidad de los océanos donde el espejo del agua

quiebra su luz virginal, su demencial alameda de peces,

sus bancos submarinos de caracolas.

Silenciosa madreperla acunando

su soledad milenaria de siglos errantes,

sus tesoros ambarinos, como antorchas,

                                   sus taciturnos  lamentos.


POEMA PUBLICADO EN LA II ANTOLOGÍA DE POETAS DE AHORA. Algeciras 2014.

29-TE DESCUBRÍ




Te descubrí primero

en las olas suaves,

musicales, serenas, que invadían la arena,

con sus crestas de plata.

Toda el agua del mar se mecía en tu pecho,

ahuecando la espuma al socaire del viento,

para no ser jamás soledad ni quebranto,

fieros labios de sal con sus dientes de escarcha.


Te descubrí después

en las rosas aladas

que pueblan el jardín al filo de la tarde,

brotando en sus corolas.

Entonces encontré semilla de tu esencia

expandida en el éter, en la faz de la tierra

y pensé quedamente, que tu sombra se extiende

por el aire de luz que cubre el universo.


Te descubrí al final

en esa mariposa

grácil y liviana que va sobrevolando

las flores de los parques.

Y luego me sentí feliz por tanto hallazgo,

colmada de ilusiones, surcando dulces aguas.

Y aquel espejo plácido me trajo tu presencia

poderosa y sencilla, estrellada y divina.



POEMA PUBLICADO EN LA II ANTOLOGÍA DE POESÍA DE ÚBEDA. JUNIO 2015

                                                    28-INSOMNE BLANCURA
 
 


 

Esa blancura insomne de la escarcha,
ese temblor oculto que te hiere,
que acerca los suspiros a tu pecho,
te invita al estertor de una caricia
que levita, adormecida, en el lánguido crisol
de nuestros labios.
Ese verdor perenne de la niebla,
repleto de cristales somnolientos,
y el tibio sol que ahora nos calienta,
que dora el despertar de tus recuerdos,
desnudos, en el brillo de tu boca,
te ofrecen el sedal de sus espumas
y apagan el dolor de tus quebrantos.
Desdenes que se ciernen de repente
sobre los corazones malheridos
y borran sus estelas luminosas.
Despierte ya la luz dormida al beso
que en sus jugosos labios trae el día
y, como la primavera en flor de una crisálida,
entregue sin temor sus claridades
al alba, que se anilla suavemente,
en el contorno azul de esas montañas.
Amar, vivir, alzarse hasta otro cuerpo,
dejarse el corazón en otras manos
es como sentir en las entrañas
el cálido arrebol, la dulce brisa
de una tarde vestida de esperanza.
POEMA PUBLICADO EN LA II ANTOLOGÍA DE POESÍA DE ÚBEDA. JUNIO 2015

                                                           27-LA MELANCOLÍA




Por qué, amor mío, la melancolía,

 
como gota destilada hacia la noche,

 
secuestra la luz de tus arrecifes saturados de violeta.

 
Por qué tiñe de tintes sombríos los corales

 
                                          que navegaron tus ojos.

 
Cuántas noches soñando con tu aureola

 
su luz hizo brotar el fuego del estío en las praderas de mi alma


y plantó flores de azahar como palomas mensajeras


en mis jardines colgantes.



No me dejes donde la luminosidad del día


no pueda extender su manto de albatros silenciosos,


su espejo de claridad, su gracejo de dulzura.


No me abandones jamás


donde no llega la gota de su dulzura.


No me olvides donde tus manos son playas desiertas,


ni en la desolada caleta en donde habita la oscuridad,


desde donde nos llega un insoportable eco de lejanía,


-tediosa orla, encadenada a los itinerarios de la desolación-,
donde seremos esqueletos bebiendo el vino amargo de los puertos.
Déjame allí donde el sol, con su paleta de sueños
                                                                  pinta de azul la tristeza.
Este poema ha sido publicado en la revista, de creación literaria y plástica, Aldaba nº 26, de la Asociación Artístico-Literaria Itimad de Sevilla.



26-CANTO A SIERRA MORENA





El sol de Sierra Morena teje poemas en el aire,


que son deslumbrantes rosas,


versos de amor que dan calor a la tarde


como vespertinos fuegos que alumbran el crepúsculo.


Las estrellas se perfilan en la túrbida  distancia


del tiempo cerril de los aguaceros.


El cielo se oscurece lentamente.


Sierra Morena es un lamento sumergido para llorar en silencio.




En sus cumbres, la luna enamorada, dibuja una camelia.


La guardiana de la oscuridad indaga en los secretos de alcoba.


Rendida a tu belleza la timidez de mis dedos


roza suavemente tu perfumada estela ansiando con vehemencia


besar la lívida angostura de tu corola.


El viento, ajeno al temporal esquivo de la noche,


                                               corona su pecho con un collar de amatistas.

                            Y yo, sentada en el alféizar de mi ventana, trato de respirar       
                            el aire acaramelado que cabe dentro de un suspiro.
Tu latido es corazón, tu horizonte, golondrina
y el paisaje de pinares es encaje de esperanza.
Llévame hasta tu cima, llévame,
prisionera seré tuya, encadenada a la blonda
                                                                       de tus ardorosas crestas.

Este poema está publicado en la III Antología de los Poetas de Sierra Morena. Diciembre 2014.
                      
 
                  25-A TRAVÉS DE ESA HERIDA

 

 
 
                            A través de esa luminosa herida que,

 
como deslumbrante antorcha nace en estas tierras

 
de Sierra Morena, la sangre doliente brota y el sueño

 
se hace nostalgia. Susurro de pájaros y de doradas espigas,

 
lánguidas como suspiros. Amapolas y trigales del amor.

 
Olivos floridos que nacen como ríos en el susurro del agua.

 
Caracola que en el cielo se hace nube.

 
                   Canción de los aguaceros.

 
He cobijado entre mis manos las musas de tu delirio,

 
la blanca flor que brotó en el jardín de los sueños.

 
Ahora, los besos se disuelven en la boca,

 
en la saliva anhelante. Sucinto aliento de vida.

 
Las penas se dilatan en el alma conformando tus paisajes.


Los labios se prolongan en suspiros retenidos,


verdinegros matorrales del nocturno pensamiento.


                                               Grácil pajarillo que marca la distancia.


Tu risa de cascabel es un geranio que vuela


como una sutil mariposa de paraísos ignotos.


Tu aliento serrano, ornamentando tu espejo,


es pujante delirio de pinares, hojas de encina en tus manos,


flor de algodón en tus laderas. Súbita fragancia


de la dama de la noche. Alegre golondrina


                                          que la brisa mece.

Este poema está publicado en la III Antología de los Poetas de Sierra Morena. Diciembre 2014.




24-LUCEROS DE SOLEDAD





 

 

Mientras la noche se va derramando a tientas
en oscuros manojos de silencio,
de tu pecho van cayendo luceros de soledad.
Es tarde para el amor y la palabra.
Es muy tarde ya para proyectar retornos.
Los sinuosos harapos del hastío se van colando
como culebras por las rendijas del alma.
Hace frío, la lluvia golpea
los macilentos cristales del corazón.
Siento tiritar mis vísceras, ansiosas de sol,
en los despiadados cielos de la ausencia.
Y tú te alejas como una ola solitaria
sedienta de distancias y de abandonos,
al tácito son de tus pasos en el asfalto.

 Poema publicado en la revista Aldaba nº 25: Otoño 2014, en la página 28 


23-INMENSIDAD CRECIENTE

¡Ah! inmensidad creciente

de olas enamoradas

en los mares de agua dulce.

Vastedad de primaveras floridas

en las plácidas mareas del aire

y de las mariposas lunares.

En ti, amor mío,

el sol de este día de primavera

se inunda de resplandores rojizos

y caldea dulcemente tu pecho

para que ahueques, despacio,

tu corazón al amor.

¡Ah! tu voz silenciosa en el alma

que susurra en mi oído requiebros

cadenciosos y vehementes.

Y tus manos teñidas de espuma

van calmando el dolor en mis vísceras

como un sedoso crepúsculo

vibrante de ruidosos pajarillos

que ralentizan el vuelo para acariciar mi piel

con céfiros y onduladas primaveras.


Aromas estelares de luz de luna y cielo

y bucles de luminosos rayos

derrama tu cabellera

en la ampulosa y radiante acuarela

de una noche coronada de esperanzas y de amores.


Poema publicado en la Revista Aldaba nº 24. Página 39   Primavera 2014.

                                                                                                                                        
                                                                      22-REFLEJO


En el verde oscilante de las praderas

esperas encontrar un reflejo

de ti mismo, de lo que eres, de lo que fuiste,

                                   de lo que serás mañana.

En la palpitante inmensidad del cielo,

allí junto a las estrellas,

ocultas tu corazón de escarcha

para no entregar tu piel a la tiranía del tiempo.

Y en el tupido azul de los mares

dibujas  peces y caracolas, sirenas de senos firmes,

para que te hagan sentir

la dicha infinita de estar vivo,

de saber que late tu corazón

                                   al margen de los abismos del sol.

Pero el silbido del viento

te habla del hombre solitario 

que vive dentro de ti,

de esa podredumbre inútil

que día a día has ido gestando

                                   en el fondo de tu ser

y que ahora te lastima las entrañas.

            Serás lacerante queja

                        que el aire lleva en suspensión

                                    por los senderos del tiempo.



Poema publicado en la Antología del I Encuentro Internacional de Poesía  de Úbeda. Página 63.

 Junio 2014



 21-LA ESCLAVITUD DE LOS SIGLOS




 El dolor que devasta nuestro  pecho no perdona


la esclavitud de los siglos en la ardua batalla del tiempo.


Somos conflicto y quimera invocando


el aparato eléctrico que concita la tormenta.


Tupidos nubarrones nos alejan de la serenidad del alba.




Perdidos los recuerdos de la infancia


sólo nos queda un suspiro en el sórdido laberinto


de nuestra garganta, y una lira rota y olvidada


en el desván opaco de la memoria.


           


Es invierno y el viento del cierzo


nos devuelve el espacio devastado de nuestra niñez.


La nostalgia lánguida del pasado nos regala


un viejo calendario en el que escribimos palabras mudas


que el viento esparce por doquier,


como ingrávidas hojas de un otoño macilento.


Poema publicado en la Antología del I Encuentro Internacional de Poesía  de Úbeda. Página 62.

 Junio 2014.

 

20-EL PUERTO DE LA ESPERANZA


El latido sosegado de este mar,
sediento de paz y calma, me cautiva.

Su cristal esmerilado lustra su espejo en tus senos
y abre mi corazón al espacio infinito de sus dorados tapices.

Apenas vislumbrado el impoluto reflejo del mar,

  • la blanca flor de su espuma, ya grácil manto de nieve,

ya azucena florecida, coronando su oleaje a contraluz,

  • su ímpetu vital apresura.
  • La luz que brota del agua se refleja en tus pupilas.
  • Es un flujo misterioso que dimana de las playas del deseo.

La carne estremecida de tus caderas

  • brota como alfaguara en el lamento del agua.

Los últimos instantes de tu impúdica marejada
adentran tus dedos en la desnudez de mi carne.

Como acerado cuchillo se clavan en mi costado.
Insoportable ansia quemándonos en lo más profundo.

Cuerpo y mar unidos en un sutil vestigio
que atrapa el pensamiento entre las olas.

Son tus ojos caracolas, son un faro en alta mar
que iluminan mis noches de soledad
y conducen, dulcemente,

 todos los veleros de mi pecho.

POEMA PUBLICADO EN LA I ANTOLOGÍA DE POETAS DE AHORA. ESTE LIBRO RECOGE LOS POEMAS QUE SE RECITARON EN EL I ENCUENTRO, CELEBRADO EN CÁDIZ DEL 25 AL 27 DE OCTUBRE DE 2013. 

19-INDIFERENCIA


 ( imagen de la red)

 
                                  Abandoné mi corazón para aprenderte
en la furia visceral de las tempestades.

Bebí el vino amargo de la distancia y vislumbré
la nostalgia del ayer en los campos infinitos del destierro.

La lejanía nos lleva hacia esa lacerante entramada 
de sinuosas veredas que confluyen donde germinan las penas.
La indiferencia del tiempo perdido se me clavó en el alma.

Recorrí los caminos del recuerdo,
anclado ya en la memoria de los días mustios
como trigales, entregados a la devastación del temporal.

Seguí los surcos estériles de la tierra, su herida ensangrentada,
su gangrena, la besana purulenta del dolor.

Te reconocí lejano y frío. Tus ojos mortecinos y febriles.
Entonces supe que jamás florecerá la rosa del amor 
en el jardín de los sueños.


POEMA QUE HA OBTENIDO EL 2º PREMIO EN EL CONCURSO LUNA AZUL, CONVOCADO POR LA ASOCIACIÓN DE TEATRO Y POESÍA LUNA AZUL DE CABAÑAS DEL EBRO (ZARAGOZA)  MARZO DE 2014. 

18-ALUMBRA LA MAR


        Alumbra la mar el beso
que da su luz a la tarde. Playa de los arrecifes,
dorado sol de los aguaceros silvestres.
Mis gélidas manos rozan el filo oculto 
de ese mar azulado que es un caudal de deseos.
La mar suspira, bebiendo en los rubíes de la tarde,
remanso donde nace el arco iris.
Su arena fina es temblor de los marineros
que han comprendido la urgencia
de navegar esta noche de mar abierta
y estrellado cielo añil.
Llora Penélope la herida del tiempo anclada en su lagrimal.
Luminiscentes lágrimas, lento oscilar de las aguas subterráneas.
Fascinación por lo bello, vestigio primigenio de su pena.
Como lirios, sus pálidas mejillas se tiñen de escarlata.
Su entreabierta boca, como estrella malherida,  navega 
en el navío de sus ojos.
Las cerezas de sus labios vomitan un rosario de lamentos.
Desvanecida de amor, escucha el canto de las sirenas.
Canción de melancolía. Melodías que, como dagas,
lastiman su corazón en la espera.
¿Cuándo llegará ese día en que regrese mi amor
a las playas de mi pecho?

POEMA PUBLICADO EN LA I ANTOLOGÍA DE POETAS DE AHORA. ESTE LIBRO RECOGE LOS POEMAS QUE SE RECITARON EN EL I ENCUENTRO, CELEBRADO EN CÁDIZ DEL 25 AL 27 DE OCTUBRE DE 2013. 

17-EN EL AZUL DEL AGUA
                

  

En el azul vibrante del agua

descubrí los ojos del día.

Y en el verdor de la hierba,

el remanso feliz de todos los riachuelos,

la ausencia de clepsidras en los vergeles.

 l tiempo se hace canción

en el susurro latente del agua,

luz y poema en el pálpito de los estanques.

 ómate al balcón del agua,

en sus dolientes paisajes de caracola,

la gota oscura del silencio

reverdece como alondra matutina

que nunca detiene el vuelo.

 

Su esplendor de nardos florecidos

es aprendizaje y designio ciego,

sosiego de verso y copla,

tierna melodía que el viento mece.

 



16-CANTO A SIERRA MÁGINA

Quisiera volar contigo hacia las estrellas

Sierra Mágina querida,

salvar  infinitas distancias de años luz

entre tú y nuestros ancestros,

nutrirme de las esencias de una mañana de estío

para bordar pinceladas de quietud y de calma

en tus nacarados cielos.


Quisiera ajustar el universo vertical

de  mi cuerpo a la geometría horizontal de

de  tus paisajes para beber bocanadas

de  nostalgia en las fontanas del verso

que  emanan de tus entrañas.


Quisiera, Sierra Mágina querida,

sentir en mi pecho ese don privilegiado

del  crepúsculo vespertino,

 encendido  de pasiones, derramándose

 en el espacioso horizonte de tus verdes

olivares,  iluminados, por ese sol  de plenitudes

que dimana de la tarde.

Acuarela luminosa que tiñe de carmín

las veredas sedientas del corazón anhelante.

Haces de melancolía en tus pupilas.

Girones de tibio sol en las laderas del alma.

Es el invierno que llama a las jambas de tu puerta,

para  coronar tus cimas con capa de blanco armiño.

Quisiera vengar los desvaríos que las tempestades

 han trazado en tus dorados paisajes.

La sórdida  gelidez  de las  mañanas de enero

en las que el aire se atavía con manto de fría escarcha.

Sumergirme en el azul ambarino de tus cielos.

Extender mis alas de mariposa

 como abanico de espumas para entretejer

 suspiros de blanca  luna  en las mañanas de mayo.


Quisiera sentir la fresca  brisa de tus alboradas

sobre mi rostro encendido, ansioso de primaveras.

Con tu luz y con tus sueños bordas

 gaviotas de ilusión en el doblez  de mi enagua.

Quiero buscar un sendero ignoto

en tus tupidos pinares o en tus campos de olivares,

y caldear a tu lado  los valles de la esperanza,

para perderme  luego en los valles de Almadén

o de Aznaitín y reencontrarme después

en el centro cóncavo de tu existencia.


Quiero bucear como una ola salvaje

en el piélago azulado de tus paisajes

 para avivar  esa llama de dulzura que late

en el fondo de tu corazón.

Te  llevo en lo más hondo de mi alma

Sierra Mágina querida.

Serás luz o estrella de añoranza

que ilumine los senderos de mi pecho.
POEMA QUE RECIBIÓ EL SEGUNDO PREMIOEN EL II CERTAMEN DE POESÍA DE SIERRA MÁGINA, CONVOCADO POR LA A.D.R. SIERRA MÁGINA. CAMBIL 30 DE ENERO DE 2010. EN NOVIENBRE DE 2013 HA SIDO PUBLICADO EN UN LIBRO CON TODOS LOS POEMAS PREMIADOS EN EL "CONCURSO DE POEMAS DE SIERRA MÁGINA" 2009-2012.




15-LOS VALLES DEL INVIERNO

 Hace frío en los valles del invierno
Sierra Mágina del alma.

Hace frío en las camadas del cierzo.

Y en tus verdes olivares, repletos de verso y copla

                        se arremolinan las penas.


Escucho el eco de tu latido

en la sombra oscura de tu dolor,

de soledades y ausencias,

de poesía y de lamentos.

 Acércate a mi pecho y apura

las caricias de la tarde,

el beso que te da la brisa y

el sueño morado de las aceitunas

que maduran sus ilusiones

bajo el sol de tus anhelos.

 Tus soberbias cumbres aladas

agitan  los vientos del crepúsculo

al ritmo cruel de la luz macilenta del ocaso.


El aire febril de tus alamedas

se desliza por tus valles de templanza al compás de soleares.
La escarcha plateada  de tus mañanas de invierno

 congela el temporal del alma mía

cuando el llanto de tus ojos deviene

diminutas gotas de rocío para alimentar

las rosas de tus jardines.

Murallas de añoranza en tus casas,

encaladas con el blanco de la aurora.


Deja que respire tu aliento,

que beba el dulce néctar de tus labios,

que destiña el vendaval  de melancolía

que sobrevuela los surcos de la tristeza

con las manos dadivosas del amor.

Te llevo en mi corazón

Sierra Mágina del alma.

Por las veredas de la esperanza camino.

Por los gratos senderos de la ilusión voy  a tu encuentro.

 Una guitarra suena en la noche de mi queja

y me habla de tus pueblos, de tus campos,

de tus gentes, de tus proyectos de vida

donde la luz se hace historia
y el suspiro campanario para tañer a arrebato.
POEMA QUE RECIBIÓ EL PRIMER PREMIOEN EL I CERTAMEN DE POESÍA DE SIERRA MÁGINA, CONVOCADO POR LA A.D.R. SIERRA MÁGINA. CAMBIL 30 DE ENERO DE 2009. EN NOVIENBRE DE 2013 HA SIDO PUBLICADO EN UN LIBRO CON TODOS LOS POEMAS PREMIADOS EN EL "CONCURSO DE POEMAS DE SIERRA MÁGINA" 2009-2012.


                                  


14-CANCIÓN TRISTE    (A Pablo Neruda)


... marchándose de allá...

como un ave que escapa a la vista.

                                                                                                                                                                                                                    ( HOMERO (LA ODISEA)

Cuando Neruda se fue

la luz del sol se eclipsó

y los jilgueros cantaban

versos de melancolía.

La luna se oscureció

y los poetas lloraban poemas de soledad.

En los turbios descampados de la tristeza,

el cielo se desangraba con una lluvia baldía,

con ventolera de ausencias.

Y fue su temporal, invierno frío,

imperio del dolor en el crepúsculo.


El poeta se marchó como un rumor

que lleva el viento a la deriva

y fue su amargo silencio

la canción triste y doliente

que canta, enajenado, el moribundo

en las esferas concéntricas

del tiempo de su agonía.

Su boca somnolienta se enredaba

en las olas sigilosas del destierro

y quise ser estrella o amuleto con Pablo

para conjurar la noche oscura

con las luces de mi pecho

y avivar, de esta manera,

la luz tenue de los espejos rotos.

Poema publicado en el nº44 de PALABRAS DIVERSAS



  (imagen de la red)



13-VERDES SON TUS OJOS NIÑA

      (Inspirado en la rima XII de Bécquer)

                                                                      Verdes son tus ojos niña,

                                                                      verdes son, como la albahaca,

                                                                      con un brillo diamantino,

                                                                      que mi corazón atrapa.

                                                                      Eres la luz de mis ojos,

                                                                      eres mi vida y mi cielo

                                                                      eres mi rosa temprana.

                                                                      Pétalos de terciopelo.

                                                                    Tu boquita es un clavel

                                                                    rojo, igual que la amapola,

                                                                   que se derrama en dulzura,

                                                                   como la luz de la aurora.

                                                                   El sol, mi querida niña

                                                                   en tus ojos se detiene,

                                                                   y la luna se dilata,

                                                                  con su luz blanca y serena

                                                                  y con sus rayos de plata.
                                                          
                                                                 No te quejes nunca niña

                                                                 del color de tus pupilas,

                                                                 porque son mi luz, mi guía

                                                                 y con ellos me encandilas.
                                                                 Las estrellas de tus ojos

                                                                 mi pecho llenan de amor

                                                                 y mis labios de sonrisas,

                                                                 de gozo mi corazón
 Poema publicado en la revista de creación literaria y artística ALDABA, de al Asociación Artístico- Literaria  ITIMAT de Sevilla,  en la página 48. Otoño de 2013

     


   (imagen de la red)

12-LAS ESTRELLAS DE MIS OJOS

Cómo serán las estrellas de mis ojos

cuando el viento del dolor

lacere sus entrañas

y seque su lagrimal.


Cómo serán esos cuerpos

llenos de vida y deseos

cuando cese el resplandor de su luna.


Desvencijado esqueleto,

tierra que a la tierra vuelve.

Burdos fantasmas de sombra,

caminando por los senderos del tiempo.

Sonámbulos de las túrbidas distancias,

que ya jamás verán la luz del alba.


Del cieno innominado emergerán

blandiendo el estandarte del olvido.
Poema publicado en el nº 43 de la revista digital PALABRAS DIVERSAS, en el sesión ESPACIO ABIERTO. La dirección de la revista es:   (http://www.palabrasdiversas.com)

        

                                                                     (imágenes de la red)

11-LOS ESPEJOS DE LA LLUVIA

Óscar, conociste los espejos  de la lluvia.

Conociste las lágrimas transparentes del cristal

y el eco dulce de aquellas

hermosas campanas de tu infancia

que tocaban con ternura a arrebato.

En los senderos del tiempo

conociste la nieve y la escarcha,

las gaviotas, los niños y el amor.


Tus ojos se llenaron de esa primigenia luz

que brota del sol de estío.

Tus oídos se empaparon del sonido de las olas

en el mar que evocaba tus recuerdos.


Fuiste pradera cercana, cuajada de verde manto,

que late proximidad al corazón de los niños,

flor en los jardines del alma,

espiga del trigo de los deseos,

rodeada de amapolas, que ondea

su alegría y su inocencia

en la brisa de la tarde.


Y cuando tú nos dejaste sentimos,

en lo profundo del pecho,

una insondable tristeza, que nos sumerge en hastío.

Añoranza de una vida,  coronada de esperanza.

ENCARNA GÓMEZ VALENZUELA  (ESPAÑA) 
Poema que  formará parte de la Antología denominada "Mil obras a Óscar Alfaro", el poeta de los niños. Será patrocinada por el grupo poético POETAS DEL MUNDO en homenaje al gran poeta boliviano Óscar Alfaro.




(Imagen de la red)


         HOMENAJE A JOSÉ MARTÍ                                                                    ".               
..¡Duerme entre tus blancas galas!
¡Duerme, mariposa mía!...."  José Martí

1O- MI QUERIDA MARIPOSA

Duerme mi querida mariposa

que los luceros vendrán a velar tus dulces sueños.

Duérmete paloma blanca

que una luna de cristal te tomará de la mano.

Jugarás con las estrellas en el jardín de los sueños.

Sobrevuela, niña mía, los cielos de la pasión

con aires de libertad y con vientos de esperanza.

Y cuando la brisa marina te refresque las mejillas,

con la cinta de tu enagua, pinta  de azul tus pesares.

Mírate en los espejos del agua,

ellos te darán la imagen de enamorada sirena

y bordarán en tus labios madreselvas y corales.

Hazte un collar de amapolas

y de trigo unos zarcillos.

Riza suspiros de amor en los encajes del cielo.

Bébete de un solo sorbo las claridades celestes.

Y disfruta de este amor que nos regala la vida.
ENCARNA GÓMEZ VALENZUELA  (ESPAÑA) 

Poema que  va a formar de la Antología denominada "Mil poemas a José Martí" patrocinada por el grupo poético POETAS DEL MUNDO en homenaje al gran poeta cubano, José Martí. 

(Imagen de la red)


9- COLMENA DE SOLEDAD

 He visto la soledad llorar bajo tu ventana.

Era una sutil llovizna de perlas

sobre el tibio asfalto de tu piel.


Como un caudaloso río,

su llanto se derramaba

por tu cuerpo de silenciosa sirena,

enamorada y hundida en la gélida

profundidad del océano.

 Mírate en el espejo del tiempo,

él te mostrará las huellas

que el dolor dejó en tu alma,

la colmena demencial de soledad

que dibujan tus pupilas.

Mas, no te dejes abatir

por la tristeza que brota en tu lagrimal.

No des luz a la melancolía

que destiñe los diamantes del poniente.

Despliega tus blancas alas

—pétalos de jazmín florecido

en los jardines del corazón—

y sobrevuela los vientos antagónicos

como una grácil paloma mensajera

que huye de la tempestad y de la niebla

a lomos de una incipiente burbuja

de espumas centelleantes.


Poema publicado en el IX CUADERNO DE PROFESORES POETAS de ESPAÑA.  Su titulo es PAJARITAS DE RIMA, CANTARES DE PAPEL. IES Francisco Giner de los Ríos, Segovia. Curso 2012-2013. 



8-PAISAJE SOLIDARIO
Nostálgico y silente,meciéndose en su equilibrio altruista,
el paisaje de Pegalajar,  mi pueblo querido,
se abre ante mis ojos con la sencillez de un libro y me invita a recorrer su perspectiva de hojas.
Lentamente me sumerjo en la entramada
de placenteras lecturas, de hondonadas
y altozanos, de valles  y de olivares.
Sublimes cielos, teñidos de nítidos azules,
cubren, con su aureola, llanuras y montañas,
laderas y serrezuelas que, indiscriminadamente,
dan cobijo a todos los seres humanos.
Excelsas líneas de pinares y de cerros
de arboladuras salvajes y de generosos signos se apilan en mi pupila.
Sedosa y sutil, la tierra pinta de ocres su esponja.
Fecunda, como una madre, va cobijando
en su entraña semillas humanitarias
 para saciar las hambrunas.
 El tibio reflejo del aire perfila los fraternales contornos
 y ensancha las dimensiones en pos
 de un universo sin fronteras y sin cotas.
Miríficos horizontes, lejos, allá en lontananza,
alzan su inmenso telón de amor y filantropía.
 Ingentes maratones de imágenes
 emulando torbellinos de esperanza
 cual laberintos sin clave,
se superponen ufanos al cálido eco de mi voz,
dulcemente emocionado, en la etérea ensoñación,
        de un paisaje solidario.


Poema publicado en el Libro de Festejos de PEGALAJAR, para celebrar la Feria y Fiestas en honor de la   VIRGEN DE LAS NIEVES del 4 al 7 de Agosto de 2013.






7- OLVIDO
Olvidaste el amor sobre mi pecho desnudo
en ese ir y venir de macilentos ocasos.
Tu corazón, herido de dolor,
negó los besos al alba
y un rugiente destello de furor,
como un vendaval de espasmos,
nubló el tafetán de tu pupila.
Soledad y desamparo en las alcobas
mortecinas y dolientes de la noche
para acunar la melancolía
en el fondo visceral y amargo
de todos los espejos biselados.
              Te fuiste lejos de mí, como un huracán de furia,
vomitando luz marchita y desamor
en el puñal de los vientos.
Las flores, mustias,
 —caracolas moribundas y esperpénticas
en los mares de la ausencia y
en el olvido de los rincones—
bruñeron sus pétalos con languidez
y abrieron sus corolas de tristeza,
salpicadas de tintes sombríos,
para apagar la fogata de tu enojo
con las diamantinas lágrimas,
como gotas de rocío,
que brotaron de su cáliz.

   POEMA QUE FORMA PARTE DE LA ANTOLOGÍA DEL
                       I RECITAL  DE POESÍA DE LOS POETAS DE
                               SIERRA MORENA    (Junio, 2013)

ASÍ MISMOESTÁ PUBLICADO EN LA REVISTA ALDABA Nº 27.  PRIMAVERA 2015.




6 -VIVE Y AMA  
Entrégate en cada suspiro.
Vive la vida en plenitud
como si fuera el último instante.
Este poema será tan tierno
como un arpa herida en abandono
cuyas cuerdas mueve el viento
y les arranca gratas melodías
tan dulces y sinceras
que suenan en clave de amor
como las salobres alas de una gaviota
que sobrevuela la mar.
Vive y ama,
más allá de las furiosas olas
que capea tu corazón
en la túrbida marea
de la noche oscurecida.
Derrámate en cada beso
con un sutil estertor
por los azules senderos del cielo,
por las floridas mareas del amor.
Tiñe la adusta melancolía
con pétalos de amapola
para pintar sangre en sangre
dentro de tu corazón.
Y cuando la luz del alba,
grácil como una gacela,
se acerque a las jambas de tu puerta,
bébete de un solo sorbo
las claridades celestes
de este nuevo y sedoso amanecer
como si apuraras el último aliento
de una primavera en flor.
Plántale cara a la vida
y busca en la inmensidad
del horizonte azul
esa línea anaranjada
que se pierde en la lejanía
y que agranda tu pupila
en el luminoso cristal de la aurora
satinado de ilusiones y esperanzas.
Una sola cosa importa:
vivir, amar y entregarse sin reservas
en el crisol, entreabierto,
de esta hermosa noche de plenilunio
coronada de luceros anhelantes
y abandonada en la boscosa alameda
de los frondosos espliegos estelares.

Poema publicado en la Revista ALDABA. Mayo de 2013.


  



                5-LA DELICADA LUZ DE LA ROSA

                    Me sumergiré en el verde febril de los pinos
                       para sentir la delicada  luz de la rosa,
                       anclada en el rosal de los sueños
y para beber su dulce  néctar en el cuenco de tu mano.

Dibujaré pájaros en tu pecho para soñar primaveras

y nubes surcando el espacio de tus infantiles sueños.

Soñar para recordar el tiempo de nuestros deseos

o soñar para vivir el futuro que anhelamos.
                         
Duerme el viento, atrapado,

en tu ensortijada cabellera negra

y allí, como un alondra, detiene su grácil vuelo.

La blanca luna te deparará la hermosura

de una plácida noche de sueño y de luz de plata

          en los valles del amor profundo.

No te precipites corazón,

la noche prolongará tus sueños

y dibujará los luceros de la aurora  en el quicio de tu puerta.

                           Poema publicado en la Revista Terral. Abril de 2013.

  
 (Foto de la red)



4- EN TU CUERPO ME PIERDO

En tu cuerpo, a diario, me pierdo
como  el sol en las olas del aire.
La música ancestral de los violines de tu boca

tiñe  de dulzura mis horas de soledad.

Es preciso acallar los lamentos de la noche

y dar vuelos a los íntimos deseos de ser  estrella

en ese firmamento de nostalgias y añoranzas

para no ser desvarío de los tulipanes del destierro.

 He descubierto las mariposas de tus ojos

danzando  alrededor de tus pestañas.

Quiero pintar un universo de flores

que nunca desdibuje los luceros de tu frente

en ese cielo azulado de tus pupilas que nunca

da cobijo a la tristeza.

Alcánzame la luna de tus sueños

y yo beberé el dulce néctar del amor

que nace en las comisuras de tus labios.

Desnúdame de tibiezas y de fobias

en el espacio ambarino de tu piel,

soleado bosque en llamas, que arde,

blandiendo el estandarte del deseo.

 Deslíe el impudor de tus caderas,

la amable redondez de todos tus anhelos,

allí donde germinan los olivos de mis sueños.

La verde aceituna de mis penas,

rodeada de amapolas y de lirios,

florecerá  en primavera igual que una rosa,

como  unos labios carnosos, pintados en sangre y fuego

que pronuncian un cadencioso: Te quiero.

 La noche de tu presencia borda poemas en mi alma,

moldea encandilados versos de amor y

románticas  canciones de melancolía,

que arrullan el dolor de mis entrañas.

 Inventa un jardín de caléndulas

donde no habite el olvido de los jazmines

para querernos despacio, para amarnos

cerca de ese mar de gaviotas y esperanzas

que lustra, con luciérnagas y lunas acaramelada,

la  hermosa noche de nuestro amor.

 Así aprenderemos que la distancia, algunas veces,

puede transformarse en  cercanía

para hacer germinar los sueños y las ilusiones.

Y que la felicidad, como la misma vida,

puede caber en el cuenco de la mano

y se puede disolver en las yemas de los dedos,

como la niebla en el viento.

En tu cuerpo, a diario, me pierdo
como el sol  en los valles del alba.


Poema seleccionado como finalista  en el
VIII CERTAMEN DE CARTAS Y POEMAS DE AMOR RUMAYQUIYA
Por la Asociación Artístico-Literaria Itimad de Sevilla. Ha sido publicado en el libro" INTIMAMENTE TUY@"
Sevilla 14 de febrero de 2013 (Día de los Enamorados)





3- OTOÑO MACILENTO                 

El dolor que devasta

nuestro  pecho no perdona

                        la esclavitud de los siglos

en la ardua batalla del tiempo.

Somos conflicto y quimera

invocando el aparato eléctrico

que concita la tormenta.

Tupidos nubarrones nos alejan

de la serenidad del alba.

                        Perdidos los recuerdos de la infancia

sólo nos queda un suspiro

en el sórdido laberinto

                                   de nuestra garganta,

y una lira rota y olvidada

en el desván opaco de la memoria.

            Es invierno y el viento del cierzo

nos devuelve el espacio devastado

                                   de nuestra niñez.

La nostalgia lánguida del pasado

nos regala un viejo calendario

en el que escribimos palabras mudas

que el viento esparce por doquier,

como ingrávidas hojas

                                   de un otoño macilento.
                                
  



2-ERA LA TARDE UNA ROSA
Era la tarde una rosa vestida de primavera,
era el aire una gardenia que crecía
en el parque de los sueños.
Eran tus labios dos fresas que lastimaban mi pecho.
Eran tus manos palomas que volaban presurosas
por esos cielos de calma, azulados como el verso.
Y tu alma era un lucero que iluminaba mi vida.
Era tu talle palmera cimbreando a contraluz
en las pestañas del tiempo de nuestros deseos.
Y tus ojos dos espejos, cristales fosforescentes
que me acercaban la imagen
del jardín de las delicias.
Tus mejillas, luminosos arreboles
en una tarde de estío.
Tu corazón, un jacinto que se mecía en el viento
al compás de algún poema.
Y tu cabello un trigal, rebosante de amapolas,
que danzaba presuroso
al son de una melodía.
 

1-BALADA DE OTOÑO

                                 Llueve sobre los tejados de la noche,
sobre el asfalto de los pesares llueve.
La lluvia es como un suspiro que brota
del corazón errante y se estanca en la garganta.

                                           La lluvia es una canción silente
 que se derrama en los valles de tu piel.
Las lágrimas del cristal, atrapadas en el vacío del tiempo,
                                   recorren las veredas de mi pecho.
-Letargo de abanicos que lloran-
Otro lenguaje imposible que busca el rastro
de lo fugaz en el cáliz de la tarde.
Una balada de otoño que plácida y silenciosa  se arremoline
en las praderas del alma. Estertor de lo incierto en el crepúsculo.
Melodía de los pianos del aire. Arpa herida entre sollozos.
La rosa del amor me ha clavado sus espinas.

                               Es el ocaso que llama en la aldaba de mi puerta
con su plomiza luz en lo oscuro, donde todo es herrumbre y silencio.

                  Una balada en otoño que convoque a las estrellas
y a los pájaros heridos que dormitan en tus manos,
para que dibujen senderos de fingida luz en tus pupilas.

INDICE  DE POEMAS

72- TIERRA DE AMORES 

71- LA PRIMAVERA 

0-  HOY HA LLEGADO LA LLUVIA

69- ERA LA TARDE UNA ROSA
68- LA  PRIMAVERA SE ACERCA
 67- ANHELOS DE OTOÑO
66- HE LUCHADO EN MUCHAS GUERRAS
65-HOJAS CAIDAS, AMORES PERDIDOS
64-SER LUZ Y SOL
63-LA LLUVIA SALTA AL CAER
62-AMANECE
61UN POEMA DE MELANCOLÍA
56- LLEGA EL OTOÑO
55- DESPEDIDA DE SEPTIEMBRE EN PEGALAJAR
54- LOS DIAMANTES DE LA LLUVIA
53-  LA CANCIÓN DEL AGUA
52- Tonalidades pastel
51- Brillo diamantino
50- Noches de luz y verbena
49-  La savia dorada
48- La mansedumbre del agua
47- Una canción de esperanza

46- Desnudo febril
45- Te fuiste (A mi madre, en el recuerdo)
44-El aire sin risas  
43-Pegalajar se ha vestido de luces y de colores
42- Asomada al balcón de mi pecho
41- Sentir muy dentro
40- El estupor de las pateras
39- Esperanza
38- Brioso galopar
37- Alborada
36- La bahía de los sueños
35- El otoño se aleja
34- Diáfana esencia
33- Granada, crespón de anhelos
32- Remanso feliz
31- Distancia
30- Tu imagen del mar
29- Te descubrí
28- Insomne blancura
27- La melancolía
26- Canto a Sierra Morena
25- A través de esa herida
24- Luceros de soledad
23- Inmensidad creciente
22- Reflejo
21- La esclavitud de los siglos
20- El puerto de la esperanza
19- Indiferencia
18- Alumbra la mar
17- En el azul del agua 
16- Canto a Sierra Mágina
15- Los valles del invierno
14- Canción triste (A pablo Neruda)
13- Verdes son tus ojos niña
12- Las estrellas de mis ojos
11- Los espejos de la lluvia
10- Mi querida mariposa
9-  Colmena de soledad
8-  Paisaje solidario
7-  Olvido
6-  Vive y ama
5-  La delicada luz de la rosa
4-  En tu cuerpo me pierdo
3-  Otoño macilento
2-  Era la tarde una rosa
1-  Balada de otoño